Implantes dentales: toda la información que necesitas saber
En este nuevo artículo, os queremos presentar una guía con todo lo que necesitas saber sobre los implantes dentales, uno de los tratamientos más demandados dentro de las clínicas dentales gracias a su gran utilidad.
No en vano, tenemos que recordar que los implantes dentales tienen un objetivo esencial, como es la reposición de piezas dentales que se han perdido o reparar la función de aquellas piezas dentales que ya no se ajustan a su cometido principal.
Por eso, hoy os mostramos toda la información necesaria de lo que son los implantes dentales, de sus beneficios y tipos, así como los problemas que pueden surgir si no se hace a través de un especialista.
En Clínica Dental Lorenzo llevamos más de 30 años trabajando en tratamientos dentales de vanguardia. Contamos con los mejores programas y materiales para que no tengas ningún problema con tus implantes dentales.
¿Quieres saber más sobre nuestra forma de trabajar? ¡Conoce aquí nuestro tratamiento de implantes dentales!
Índice de contenidos
¿Qué son los implantes dentales?
Como ya hemos comentado anteriormente, el fin de los implantes dentales está muy bien definido: sustituye las piezas dentales ausentes o aquellas que ya no cumplen, funcional o estéticamente, con el objetivo. Pero, ¿qué son exactamente estos implantes?
Partes del implante dental
Para saber un poco más sobre los implantes dentales, vamos a empezar por los elementos que lo constituyen.
Implante o cuerpo de implante dental
Se trata normalmente de un pequeño tornillo de titanio que se introduce en el hueso maxilar. Sirve de anclaje, imitando la función de la raíz. El material tiene que ser tolerado por el organismo para su perfecta integración y cicatrización con el tejido óseo.
Pilar
Pequeño componente que sirve de punto de unión entre el implante y la corona.
Corona
Se trata del elemento que imita el diente natural. Es decir la parte que vemos del implante y que da finalmente la función y estética a todo el implante dental.
De esta manera, podríamos definir los implantes dentales como piezas de metal que, mediante una operación quirúrgica, se colocan en los huesos maxilares del paciente, debajo de las encías. El implante se fusiona con el hueso mandibular, consiguiendo que la corona o el puente no se mueva y permanezca estable.
Con ello, conseguimos que la masticación y el habla, las funciones principales de la boca, sigan intactas.
Tras esto, se coloca en la pieza metálica la correspondiente corona o puente fijo que sustituye la pieza perdida o aquella que ya no cumplía su función.
¿Para qué sirven los implantes dentales?
Como ya hemos comentado al principio, la función principal de los implantes dentales es la de reponer piezas dentales perdidas o que ya no tienen el uso debido.
Este tratamiento tiene, como fin, conseguir otro tipo de funciones fundamentales para la salud dental.
- Además de reponer los dientes o proporcionar estabilidad, se evita el desgaste de las piezas dentales contiguas.
- Impedir que el hueso pierda volumen tras la pérdida de la pieza dental.
- Servir de anclaje para ciertos tipos de prótesis dentales, como la sobredentadura.
Evolución en la operación de implantes dentales
Para los implantes dentales, es necesario una intervención quirúrgica mediante una anestesia local. Por eso, muchos pacientes se preocupan.
La complejidad de la operación quirúrgica reside en la oseointegración. Es decir, la compatibilidad del implante con el tejido óseo del hueso maxilar y mediante una unión metálica.
Esto significa que es prioritario tener la zona de fijación bien limpia antes de la colocación del implante, puesto que se ha podido generar tejido adicional que impide una correcta estabilidad de la pieza.
Tiempo atrás, este tratamiento era mucho más costoso e incómodo para el paciente, pues estamos hablando de una operación, ¡que no es poco!
Eso sí, siempre tenemos la certeza de que con un buen profesional no hay problema, un 97% de estas operaciones terminan con éxito al integrarse el implante de forma correcta y sin producir rechazo por parte del paciente.
Los avances en el sector de la salud dental en los últimos años han mejorado notablemente, por lo que el tiempo y la misma calidad de los materiales han permitido que el paciente tenga una recuperación en tiempo récord.
¿No os lo creéis? Solo un ejemplo. Normalmente, la recuperación de una cirugía del implante antes era de entre 3 y 6 meses. Hoy en día, se puede conseguir en mucho menos tiempo con las cargas inmediatas o los conocidos como “dientes en 24 horas”.
Esto lo vemos incluso también en la técnicas novedosas de tratamiento y que se basan en la biointegración. A diferencia de la oseointegración, la biointegración trata la compatibilidad entre el implante y el hueso mediante la unión química entre ambas superficies.
La importancia de un buen especialista
Sin embargo, tenemos que volver a repetir que es un proceso que tiene que ser realizado por auténticos especialistas que usen los mejores materiales.
El auge de los implantes dentales ha hecho que muchas franquicias los promocionen a muy bajo coste, básicamente porque los materiales que utilizan no son de alta calidad.
En este post ya os comentamos por qué tenéis que ir a una clínica especializada y no a una franquicia dental, ¡cuidado con esto!
Tipos de implantes dentales
La compatibilidad, como bien hemos comentado, es la parte fundamental de esta operación. Por eso, el material que se utilice tiene que presentar unas características muy concretas para que se integre con el hueso. Vamos a ver los dos tipos de implantes que mejor favorece esta fijación.
Implantes de titanio
Tradicionalmente, el titanio ha sido el material más utilizado para la fabricación del implante, gracias a que es un material ligero y de extrema dureza, pero que además tiene un índice de biocompatibildad con el tejido óseo realmente elevado, por lo que es perfecto en tratamientos de implantes dentales basados en la oseointegración.
Implantes de zirconio
El zirconio se utiliza en diferentes tratamientos dentales gracias a su durabilidad, siendo un material que evita la formación de placa bacteriana. La unión entre el implante de zirconio y el hueso se produce por biointegración.
¿Cómo se colocan los implantes dentales?
A la hora de colocar los implantes dentales hay varias técnicas. Una prótesis atornillada o la cementada son algunas de las formas más comunes de colocar los implantes dentales.
- Prótesis atornillada. Con esta técnica el diente va atornillado al implante. Se suele diseñar por ordenador y se prepara en una fresadora dental para asegurar buenos ajustes.
- La cementada. En este caso el diente va cementado (pegado) sobre el implante, se cementa sobre un pilar que se conecta al implante.
- También se puede emplear una técnica mixta para colocar los implantes dentales. Esta técnica mixta consiste en cementar la prótesis sobre un pilar atornillado y tener un acceso para poder apretar y aflojar si es necesario en el futuro. Es una de las mejores opciones de colocación de implantes dentales.
Ventajas y desventajas de los implantes dentales
Ventajas de los implantes dentales
Son numerosas las ventajas de realizar un implante dental para poder recuperar las piezas dentales perdidas. Aquí, enumeramos algunas de ellas resumidas. En este post puedes ver todas las ventajas de su implantación.
Los dientes adyacentes no se mueven, ni se ven afectados
Con la ausencia de una pieza dental, los dientes contiguos pueden moverse. Con la inclusión del implante, se fijan y dejan de moverse. Lo mejor de todo es que el tratamiento no afecta a dichas piezas tampoco.
- Comodidad y duración
Los implantes dentales son muy duraderos, como ya hemos comentado, gracias a la resistencia que los componen. Además, son cómodos, por lo que el paciente no siente que tiene un componente ajeno a su boca.
- Conservación del hueso
Como el tratamiento se basa en sustituir la raíz del diente, se evita el deterioro del hueso maxilar que si le afecta con la ausencia de una pieza dental.
Desventajas de los implantes dentales
A la hora de contemplar las desventajas de los implantes dentales, realmente lo que queremos decir es que cualquiera no puede verse sometido a este tipo de tratamiento, sin más.
Como hemos comentado, la parte ósea sobre la que se debe de realizar el implante tiene que estar limpio.
Por eso, los pacientes que no tengan la boca saneada previamente, sobre todo en lo que respecta a focos infecciosos o algún tipo de enfermedad periodontal, no pueden ser candidatos a este tratamiento, hasta que se hayan resuelto el resto de problemas bucodentales.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el hueso maxilar del paciente. Si la calidad de éste o su deterioro es muy grande, sería necesario previamente realizar un injerto de hueso para poder proseguir con el tratamiento del implante dental.
Como veis, se requieren de diversas condiciones para que se pueda realizar esta operación. De lo que estamos seguros es que, si se cumplen todas estas condiciones, los implantes dentales son la mejor opción para recuperar la función de cada uno de nuestros dientes.
¿Cuánto duelen los implantes dentales?
Uno de los mayores temores de los pacientes y de las dudas más repetidas es cuánto tiempo dura el dolor de un implante dental. En la mayoría de los casos se trata de una intervención que causa pocas molestias y que además duran poco.
Durante la intervención los dolores son inexistentes ya que se utiliza anestesia local, por lo que la zona está totalmente dormida (solo se nota el pinchazo inicial).
El dolor puede aparecer en el postoperatorio, aunque, es un dolor menor que cuando se realiza la extracción de un diente. El dolor posterior también dependerá de cómo sea la intervención. Por ejemplo cuando no hay que hacer un injerto óseo (cuando el paciente tiene suficiente hueso y encía) en este caso la colocación de los implantes dentales es muy sencilla.
En el caso contrario, si el paciente acude con peores circunstancias iniciales y hay que aumentar el hueso o la encía con injertos, la intervención puede provocar un poco de dolor moderado en el postoperatorio.
En ambos casos las molestias suelen durar pocos días (menos de 10 días) y se sobrelleva bien con la medicación analgésica prescrita por el odontólogo. El dolor más fuerte suele aparecer a las 24-48 horas de la cirugía. En el caso de la inflamación, es normal que la zona esté más hinchada a las 72 horas.
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